En las faldas de los eternos guardianes de la ciudad de Cholula, la pirámide y el Santuario de la Virgen de los Remedios, se localiza un inmueble donde operó durante 103 años el Sanatorio Psiquiátrico “Nuestra Señora de Guadalupe”, el cual se especializó en la atención psicogeriátrica.
Aunque también fue un centro de investigación. Fue inaugurado el 27 de septiembre de 1910, apenas 27 días después de que abriera sus puertas el hospital psiquiátrico más famoso del país, La Castañeda, en la Ciudad de México.
Su fundador fue el primer arzobispo de Puebla, Don José Ramón Ibarra y González. Inicialmente estaba bajo la administración de la orden religiosa de los Juaninos, principalmente por el padre Fausto Calvo.
En sus comienzos, basaba su funcionamiento mediante la oración, la reflexión y la meditación, fuentes metodológicas de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Tras el estallido de la Revolución Mexicana, en 1917, dejó de funcionar durante un periodo de dos años.
Cuando se reactivó, los métodos cambiaron radicalmente, convirtiéndose en un espacio totalmente médico. En 1970, la orden de los Juaninos dejó el manejo del hospital, volviéndose de tipo privado. En el 2008 la falta de recursos económicos impedía el sostenimiento del sanatorio.
Sus propietarios presentaron un proyecto alternativo al gobierno del estado con la finalidad de que los pacientes continuaran con su tratamiento o de lo contrario recibieran una subvención gubernamental. Esta propuesta fue desechada.
En el 2013 fue vendido por sus dueños tras declarar problemas financieros. Entonces se especulaba que se convertiría en un hotel cinco estrellas. El inmueble, enclavado en la zona arqueológica de Cholula, cerró definitivamente sus puertas luego de 103 años de su fundación.
En 2012 los municipios de San Pedro y San Andrés Cholula fueron declarados “pueblos mágicos”, lo que abrió la puerta para que el gobernador Rafael Moreno Valle obtuviera recursos para integrar el edificio del psiquiátrico al proyecto del Parque Intermunicipal/ de las 7 culturas.
El inmueble fue intervenido porque estaba completamente desprotegido pues nunca se le declaró su valor estético ni arquitectónico, a pesar de estar en el área declarada como zona arqueológica por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para terminar siendo otro museo de sitio.
A partir de 2017 el recinto alberga al Museo Regional de Cholula, el cual cuenta con un acervo arqueológico resultado de excavaciones emprendidas por el INAH.
Entre sus paredes se cuenta el desarrollo cultural de la época prehispánica y la historia geológica del valle.
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