Cuatro armas —dos fusiles FX y dos pistolas— además de una patrulla oficial fueron arrebatadas a elementos de la Guardia Nacional durante una emboscada en la carretera federal a Tehuacán, a la altura de Tlacotepec de Benito Juárez. La agresión ocurrió el sábado y fue confirmada por la Secretaría de la Defensa Nacional.
El ataque fue perpetrado mientras los agentes circulaban por el tramo federal, donde un grupo armado bloqueó su avance y logró despojarlos del equipo táctico y del vehículo. De acuerdo con reportes locales, la unidad robada fue encontrada después en otro punto de la zona, lo que permitió confirmar la fuga de los responsables.
Desde el ámbito estatal se informó que el robo de las armas habría sido ejecutado por una agrupación que opera en distintos municipios de la región. Las autoridades federales compartieron datos preliminares con corporaciones municipales y estatales para iniciar la búsqueda de los agresores.
Entre los grupos señalados se encuentra Pueblos Unidos, identificado por instancias de seguridad como una estructura armada que actúa al margen de la ley. Se le han atribuido hechos delictivos relacionados con asaltos en carretera y disputas por rutas estratégicas que conectan con el estado de Veracruz.
Las versiones oficiales señalan que la presencia de este tipo de grupos ha derivado en confrontaciones recurrentes. Integrantes de Pueblos Unidos han sido relacionados con exmiembros de corporaciones de seguridad y operadores del crimen organizado interesados en mantener control territorial.
Luego del ataque, fuerzas estatales y federales desplegaron recorridos de vigilancia en varios puntos del corredor carretero. El operativo expuso una vez más la fragilidad de los mecanismos de vigilancia en una zona considerada estratégica para el transporte de mercancías y el tránsito interestatal.






