Puebla plantea arrancones regulados para frenar riesgos en carreras clandestinas

Ante la creciente cantidad de accidentes vinculados con carreras ilegales, el Gobierno de Puebla prepara una alternativa para los jóvenes que participan en estos encuentros: arrancones supervisados y con medidas de seguridad, una propuesta que busca sacar la actividad de las calles y trasladarla a espacios controlados.

La iniciativa arrancaría en diciembre en el Autódromo de Amozoc, donde se habilitarán jornadas semanales abiertas a participantes locales y de estados vecinos. Autoridades estatales explican que la intención es ofrecer un sitio donde la velocidad no implique el mismo nivel de riesgo que en las vialidades metropolitanas, utilizadas con frecuencia para duelos improvisados.

El coordinador del gabinete estatal, José Luis García Parra, adelantó que esta primera etapa podría ampliarse con la construcción de una pista de cuarto de milla. Para ello se analiza la disponibilidad de predios y el uso de maquinaria recientemente adquirida por el estado, lo que permitiría avanzar en una infraestructura permanente para los arrancones.

El anuncio ocurre en medio de un aumento en los reportes de carreras clandestinas. La Secretaría de Gobernación estatal identificó que corredores jóvenes han cambiado su punto de encuentro hacia la Vía Atlixcáyotl, luego de que otras vialidades como Hermanos Serdán o Zavaleta fueran intervenidas con mayor presencia policial. En este corredor, dos personas murieron recientemente tras el choque de un vehículo durante un evento ilegal.

El gobierno estatal considera que la realización de encuentros regulados podría incluso atraer visitantes, por lo que la Secretaría de Desarrollo Turístico participará en la difusión de las actividades. No obstante, autoridades llamaron a los municipios de la zona metropolitana, en especial a San Andrés Cholula, a reforzar la vigilancia para impedir nuevos arrancones clandestinos mientras se establecen alternativas seguras.

En tanto, familiares de jóvenes involucrados en percances y habitantes de las zonas afectadas insisten en que los operativos sean constantes, ya que los riesgos se han extendido a menores de edad que participan o acuden como espectadores a eventos sin control ni supervisión.

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Redaccion
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