Cerca de 8 millones de dólares se pierden en Puebla por cada día que permanece bloqueada una carretera, una estimación que dimensiona el impacto económico que los cierres viales han tenido sobre la movilidad de carga y la operación de empresas que dependen del transporte terrestre. La cifra proviene de cálculos oficiales y refleja el peso que tiene la red carretera para sostener la actividad productiva del estado.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo, tan solo en una jornada de interrupción en rutas clave —como la México-Puebla— se paraliza el movimiento de unas 61 mil toneladas de mercancías. Ese volumen corresponde a buena parte de las exportaciones estatales que dependen casi por completo del flujo carretero para llegar a su destino.
El padrón vehicular disponible indica que más de 278 mil camiones y camionetas realizan traslados comerciales en la entidad. Con esa magnitud operativa, cualquier bloqueo altera la logística de manufacturas, alimentos, autopartes y otros bienes que conforman la cadena económica de la región, provocando retrasos y pérdidas a lo largo de distintos sectores.
A nivel nacional, el incremento de cierres carreteros ha marcado el año, con protestas en Sinaloa, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chihuahua y Tamaulipas. En la mayoría de los casos, agricultores, transportistas o trabajadores demandan precios justos para sus cosechas, solución a conflictos sociales o atención a pagos pendientes, presionando al gobierno mediante cierres en puntos estratégicos.
En Puebla, los motivos han sido variados. Transportistas han bloqueado vialidades por inseguridad en las rutas; ciudadanos han cerrado autopistas por casos de desaparición; y grupos estudiantiles o laborales han interrumpido avenidas para exigir cumplimiento de acuerdos. Cada episodio se traduce en afectaciones logísticas que presionan a empresas y comercios locales.
Organizaciones agrícolas y de transportistas han anunciado nuevas movilizaciones para la próxima semana, con la intención de extender los bloqueos a diversos estados. En el caso de Puebla, se prevé el cierre de la autopista México-Puebla en un punto aún no especificado, mientras autoridades estatales reconocen no contar con información precisa sobre los tramos que podrían resultar afectados.
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