La violencia en establecimientos nocturnos de Puebla ha dejado un saldo acumulado de al menos 11 ataques armados, con incidentes que van desde incendios provocados hasta balaceras dirigidas contra clientes, trabajadores y personal de seguridad. Los hechos se concentran principalmente en la capital y su zona metropolitana, donde los agresores suelen escapar sin ser detenidos.
Uno de los episodios más graves ocurrió en La Popular Coatepec, donde un comando incendió el bar Lacoss, causando la muerte de cinco personas y dejando a siete heridas por quemaduras e intoxicación. Otro caso significativo se registró en Playas del Sur, donde dos primos fueron asesinados dentro de un bar clandestino tras la irrupción de hombres armados que buscaban a uno de ellos.
En San Andrés Cholula, una riña en el bar Distrito 29 derivó en disparos que dejaron un muerto y un lesionado, mientras que en Bosques de San Sebastián, un ataque en Muñe Miches provocó la muerte de dos personas y dejó a otros clientes heridos. En Totimehuacán, la agresión en la clamatería San Pancho dejó un fallecido y un lesionado.
Los ataques también han incluido agresiones contra personal de los propios establecimientos. En el bar La Casita, ubicado en Las Torres, sicarios asesinaron al guardia de seguridad tras impedirles la entrada. En otros puntos, como La Costera en Anzures o Scándalo en la 16 de Septiembre, los ataques dejaron múltiples heridos al exterior o al término de discusiones entre asistentes.
El patrón se repite incluso en eventos de inauguración: en La Cholulita Terraza, en San Andrés Cholula, un comando abrió fuego contra los presentes, dejando tres personas gravemente lesionadas. Todos los casos comparten la rápida huida de los agresores, lo cual mantiene vigente la preocupación por la seguridad en bares y centros nocturnos de la región.
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