Un enfrentamiento entre células delictivas provocó una tarde de tensión en comunidades asentadas en la franja limítrofe entre Puebla y Veracruz, donde habitantes reportaron persecuciones, detonaciones continuas y vehículos circulando a alta velocidad para evitar el fuego cruzado.
Los hechos se extendieron a lo largo de Paso Carretas, Atzitzintla, Mariano Escobedo, Texmola y Loma Grande, localidades que quedaron atrapadas en el recorrido de los grupos armados. Pobladores documentaron parte de lo ocurrido mediante videos en los que se observan ráfagas y desplazamientos de camionetas en caminos rurales y carreteras estatales.
Tras los reportes ciudadanos, fuerzas estatales y personal militar desplegaron un operativo en la región. En la zona de Orizaba, Ixhuatlancillo y la ruta hacia Mariano Escobedo se colocaron filtros de revisión, mientras patrullas realizaban recorridos para intentar contener los desplazamientos de los civiles armados.
En territorio veracruzano, elementos ministeriales aseguraron una camioneta blindada que presentaba numerosos impactos de bala y había sido abandonada poco después de los enfrentamientos. El vehículo fue trasladado para su análisis pericial.
Aunque ninguna autoridad ha emitido un informe oficial, diversas fuentes locales señalan que al menos cinco personas habrían perdido la vida durante los ataques. Hasta ahora no se ha confirmado si entre las víctimas hay pobladores de la zona o si todos los fallecidos pertenecen a los grupos involucrados.
La situación ha generado preocupación entre las comunidades afectadas, que permanecen a la expectativa de información oficial y en medio del temor por nuevos episodios de violencia que puedan reproducirse en esta franja fronteriza.
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