“No se va a proteger a nadie”, advirtió el gobernador Alejandro Armenta al reafirmar que en Puebla no habrá espacio para la impunidad frente al robo de combustible. La entidad, una de las más afectadas a nivel nacional por este delito, enfrenta una de las tasas más altas de huachicol del país.
El mandatario hizo este pronunciamiento tras participar en una carrera ciudadana en el zócalo capitalino, y recalcó que su gobierno mantiene firme la estrategia para frenar la ordeña de ductos y sus efectos en la seguridad de la población.
Datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que, de enero a mayo de este año, se abrieron 442 carpetas de investigación por robo de combustible, la cifra más alta en el país, según la Fiscalía General de la República.
Armenta destacó que hay coordinación entre los tres niveles de gobierno y que se han logrado avances importantes, como el desmantelamiento de tomas clandestinas, detenciones y aseguramientos de vehículos cargados con hidrocarburo.
Aun así, el robo de combustible sigue siendo una actividad disputada por grupos criminales, generando pérdidas millonarias a Pemex. Entre enero y marzo de este año se detectaron 69 tomas ilegales en Puebla, frente a 200 en el mismo periodo de 2024.
El gobernador insistió en que no se permitirá que este delito siga dañando a las comunidades y que su administración seguirá actuando con responsabilidad para cerrar el paso al crimen organizado.
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