Cinco años después de su desaparición, autoridades estatales confirmaron que los restos óseos hallados en una vivienda al sur de Puebla pertenecen a Rafael Huerta Vega, un niño de 12 años reportado como desaparecido desde octubre de 2020.
El hallazgo se realizó el pasado 14 de abril durante un cateo en una casa ubicada en la colonia Playas del Sur, donde vivía el menor con su padre y su madrastra. Con apoyo de un binomio canino y maquinaria especializada, se localizaron restos enterrados bajo el piso del inmueble.
Los indicios fueron enviados al Servicio Médico Forense para su análisis. Tras realizar estudios genéticos, se confirmó que los restos corresponden al menor desaparecido, cerrando una larga espera para su familia materna y los colectivos de búsqueda.
De forma extraoficial, se ha señalado que el padre del menor, Alfredo N., y su pareja habrían indicado a las autoridades el posible lugar donde se encontraba el cuerpo. No obstante, su paradero actual es desconocido y no se ha emitido información oficial sobre su detención.
Rafael era víctima de violencia familiar, de acuerdo con testimonios vecinales. Varios residentes denunciaron que escuchaban constantes gritos y maltratos, y relataron que la noche previa a la denuncia por desaparición, observaron comportamientos sospechosos en el padre del menor.
El caso de Rafael Huerta Vega se suma a los pendientes por justicia en Puebla, y colectivos como Voz de los Desaparecidos exigen que las autoridades den con los responsables y sancionen con todo el peso de la ley.
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