En Puebla, 40% de la población presenta problemas trastornos de sueño con el riesgo de que aumente su agresividad ya que duerme periodos menores a las 4 horas y su cuerpo no logra recuperar sus energías.
Montserrat Pliego Azcué, especialista de la Clínica Médica de Urgencias de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que la higiene del sueño es fundamental para que la persona realice sus actividades y logre recuperarse, de lo contrario, se pueden presentar problemas como sobrepeso, irritabilidad y falta de concentración.
“Están haciendo menos de cinco horas, 4 horas. El promedio general es que están durmiendo entre 12:30, 1:00 de la madrugada hasta las 4:00, 5:00. ¿Por qué? Porque va a depender de tus actividades del día; sin embargo, o duermen de corrido o tienen pausas y esto no es funcional. Los niños se acostumbraron en esta parte a no tener una higiene y ahora que regresaron a la forma activa a las escuelas, les cuesta mucho despertar temprano para iniciar su rutina”, comentó.
Para las personas, en particular, para los menores de edad, es importante que duerman porque se fortalece su sistema inmunitario, de lo contrario, aumentan las posibilidades de una disminución de las defensas y la posibilidad de contraer enfermedades por virus y bacterias.
“Del 35 al 40% de la población tiene trastornos de sueño. Es un porcentaje alto y se tiene que hacer algo. Es importante que los menores no tengan celulares o videojuegos al momento de dormir. Es importante tener cuidado de las señales del comportamiento de los estudiantes. El problema es que hay mucho hermetismo por parte de los padres de familia y no aceptan que sus hijos tienen problemas de sueño”, apuntó.
El ritmo de vida y la pandemia de covid-19 modificaron la calidad de sueño de los poblanos, quienes cada día reducen su tiempo para dormir porque ahora se están acostando después de las 0:30 horas y se levantan a las 5:00 horas.
“Muchas personas se están acostando entre 12:30 y 1:00 de la mañana y se levantan a las 5:00 de la mañana porque ya tienen que comenzar sus actividades. El no poder dormir se traduce en problema de agresividad porque la falta de descanso se va a cumulando”, explicó.
Para que una persona recupere sus energías y pueda reponerse, requiere de, al menos, 6 horas de sueño; sin embargo, lo ideal sería alcanzar las 8 horas, de lo contrario, se comenzarán a presentar problemas.
Uno de los trastornos del sueño es el síndrome de las piernas inquietas, problema que se caracteriza por un impulso para movilizar las piernas durante la noche, lo cual, llega a agudizarse en pacientes diabéticos, explicó la investigadora de la universidad privada.
Otro de los problemas que están presentando los poblanos es el insomnio crónico que se caracteriza por complicaciones para dormir o conciliar el sueño, al menos, 3 veces en una semana.
“Los efectos y consecuencias de los trastornos del sueño se expresan con cambios de humor, incremento de niveles de glucosa en pacientes diabéticos, aumento de la presión arterial, presencia de obesidad, entre otros padecimientos”, explicó.
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