Puebla es uno de los 25 estados del país donde los ataques con ácido no se reconocen como una agravante penal y, por ende, no existen sanciones específicas que puedan aplicarse contra los agresores.
Aunque las lesiones con sustancias corrosivas han ido escalando durante los últimos años como una de las expresiones más graves de violencia de género, sólo en 7 de las 32 entidades se ha legislado al respecto.
Es precisamente la falta de marcos legales lo que deriva en que no haya cifras oficiales sobre las mujeres que han sido víctimas de ataques con ácido en México, pues a pesar de que los hechos se denuncian, no encuadran en algún tipo penal.
En la actual Legislatura del Congreso del Estado se han presentado cuatro iniciativas para reconocer y sancionar la Violencia Ácida en el Código Penal; sin embargo, el tema continúa en la ‘congeladora’.
La primera propuesta fue impulsada en julio por el diputado local del PRI, Néstor Camarillo Medina; posteriormente, se sumaron las iniciativas de Aurora Sierra Rodríguez y Mónica Rodríguez Della Vecchia del PAN; así como de la morenista Tonantzin Fernández Díaz.
Pero no sólo Puebla carece de una agravante penal para castigar con mayor severidad a los agresores químicos, pues únicamente en Baja California Sur, Oaxaca, Aguascalientes, San Luis Potosí, Hidalgo, Ciudad de México y el Estado de México se ha legislado al respecto.
No obstante, el panorama negativo para las víctimas que buscan justicia cambió el 3 de noviembre, después de que el Senado de la República aprobó reformas al Código Penal Federal para sancionar hasta con 22 años de cárcel los ataques con sustancias corrosivas.
En caso de que el dictamen sea ratificado por la Cámara de Diputados en próximos días, las modificaciones entrarán en vigor a nivel nacional; además, los Congresos locales estarán obligados a armonizar sus leyes para reconocer y castigar dicho delito.
De acuerdo con la Fundación Carmen Sánchez, a nivel nacional se han registrado un total de 34 casos durante los últimos 20 años; además de que seis mujeres fallecieron a causa de las heridas que les provocaron las sustancias químicas.
En lo que respecta a Puebla, la organización civil documentó siete víctimas desde el 2001 a la fecha; siendo el caso más reciente el ocurrido el pasado 1 de agosto en la colonia Galaxias de Amalucan de la capital.
La vicepresidenta de la fundación, Ximena Canseco, indicó que, en 85 por ciento de los casos, los agresores son hombres que mantienen o mantuvieron algún vínculo sentimental con sus víctimas.
Además, se estima que existe una cifra negra del 70 por ciento, pues no todos los ataques se denuncian formalmente ante las autoridades; o únicamente se encuentran tipificadas como lesiones.
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